viernes, 30 de diciembre de 2016

El guardián de recuerdos (Astrid Nilsen)

Voy al límite, al límite... No sé si me va a dar tiempo a hacer las reseñas que me quedan este año... ¡siempre me pilla el toro!

No sé muy bien por qué decidí leer este libro: no me suena la autora, no me sonaba el título... pero decidí leerlo.

Y no me ha disgustado, la verdad. Es entretenido y tiene unos personajes bastante interesantes, sí, muy curiosos...

Hay diferentes protas, diferentes historias paralelas, y no es fácil dejar aquí un resumen escuetito, sobre todo si no queremos revelar nada de lo que va pasando.

Todo comienza con la muerte de Lucas, Durante los últimos años ha regentado un negocio de libros antiguos en Garzúa, un pueblo asturiano.

Tras fallecer, su hermano (Lucas es un niño adoptado) va descubriendo que Lucas ha ido escribiendo historias de la gente que ha ido conociendo y las ha guardado entre las páginas de los libros.

Así va desentrañando historias y vamos conociendo personajes, como Zezé, una actriz con un bagaje personal muy sorprendente, que se casa con un torero famoso, Iván... ¡otro que tal baila! ¡Vaya historia!

Lo mejor de Zezé es que se niega a hacer papeles en los que la prota se levante de la cama peinada y maquilla... ¡olé, mi niña! Eso es, hay que ver pelis que sean como la vida real: si te acuestas maquillada, te levantas con la raya del ojo por toda la cara... eso es una ley física indiscutible.

El personaje que más me gusta es Elena... Me cae bien... Tiene una frase muy buena: "MI objetivo en esta vida es ser tan buena persona como mi perro cree que soy".

Y me gusta el concepto que tiene de sí misma: "A muchos les gusta la Coca-Cola, muchos la aborrecen. A muchos les gusta la tónica, muchos la aborrecen. Pero sin duda a todos les gusta el agua, aunque tampoco tenga un sabor especial. Eso era ella. Agua". Me ha gustado porque me he sentido un poco identificada con Elena...

Recomiendo leerlo para pasar un rato entretenido y relajarse. Además, resulta bastante más sorprendente de lo que uno espera...

Y termino con una frase de Elena (claro, es mi preferida) hablando de la relación que tenía con su pareja: "El amor no siempre es suficiente, sobre todo si la indiferencia se instala abruptamente."

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